Don Coco Ayala

Se llevaron sus cenizas de "El Rodeo"

[20/04/2019] A poco más de dos años del fallecimiento del Conductor Radial y Animador de Jineteadas Coco Ayala, su hijo profanó el monolito que guardaba sus cenizas en el jardín de la Capilla Criolla de la Institución y se las llevó.
Recordemos que Coco Ayala falleció en Enero de 2017 y que en ese momento su hijo no tenía dónde velarlo o dónde llevar sus restos, por lo que alguien hizo de nexo con el Círculo Criollo El Rodeo, para que se hiciera allí su velatorio y se depositaran sus cenizas en un monolito que se levantó en el jardín de la Capilla, junto al que recuerda a Don Miguel Franco y su esposa.
Coco Ayala fue una figura en el Tradicionalismo y en los campos de jineteada, realizando algunas de sus recordadas fiestas del 1º de Mayo en la Institución, también fue uno de los organizadores de los homenajes a Miguel Franco cuando sus restos estaban en el cementerio y siguió con esa tradición cuando el hijo de Miguel decidió llevar las cenizas de él y las de su madre a "El Rodeo"; por eso la Comisión Directiva de entonces aceptó formar parte de este homenaje permanente.
El mismo año de su fallecimiento, su hijo fue uno de los organizadores de la fiesta del 1º de Mayo en recordación de su padre y conmemorando un nuevo aniversario de "Parando Rodeo", el programa radial que conducía, en esa oportunidad se hizo entrega de la placa que se colocaría en el monolito.
Luego de la Asamblea realizada el mes pasado la nueva Comisión Directiva no aceptó la propuesta del hijo de Coco Ayala para realizar la fiesta del 1º de Mayo dado que tenía compromisos contraídos y luego de haber evaluado el respaldo de esa y otras propuestas.
Por este motivo se enojó con esta Comisión Directiva y según se supo por trascendidos pretendía hacerse presente el día de la fiesta para llevarse las cenizas.
Pero en vez de eso decidió hacerlo faltándole el respeto a la Institución que aceptó recibir las cenizas de su padre cuando no tenía dónde llevarlas.
En el transcurso de esta semana se presentó junto a su madre, como lo había hecho en otras ocasiones para colocar una flor, y una vez en el jardín de la Capilla arremetió a mazazos contra el monolito para sacar las cenizas, despreciando el respeto por la persona fallecida que descansaba allí.
La Comisión Directiva no sólo no se enteró de lo ocurrido hasta más tarde, sino que no había sido informada ni había autorizado el retiro de las cenizas en cuestión; requisito indispensable por tratarse de una Institución privada, y de la que están personas ni siquiera son socias.
Por supuesto que la familia tiene todo el derecho para disponer de las cenizas de Coco Ayala, pero debió hacerse en un marco de respeto, no sólo hacia la persona fallecida, sino también a la Institución que decidió albergarlo, más allá de las autoridades circunstanciales que la dirijan.
Veremos qué hacen con las cenizas ya que muchos seguidores de Coco Ayala se acercaban a ese monolito para recordarlo y hacerle algún pequeño homenaje.
El Círculo Criollo El Rodeo no se merece esta falta de respeto, es de suponer que la Comisión Directiva tomará las medidas necesarias que amerita el caso.
Esperemos que donde esté Don Coco Ayala pueda descansar en paz.